Síndrome de Fatiga Crónica | Manejo de la inactividad física a través de la fisioterapia

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Written By irefisioterapia

El síndrome de fatiga crónica (CFS, por sus siglas en inglés) es una condición médica en la que una persona sufre fatiga extrema, cansancio, acompañado de otros síntomas que están presentes durante seis meses o más. La fatiga se agrava con la actividad física o mental que no mejora con el descanso. Aunque no existe una cura completa para el síndrome de fatiga crónica, los pacientes con afecciones médicas asociadas con el síndrome de fatiga crónica reciben atención médica adecuada, incluida la fisioterapia. La fisioterapia es uno de los tratamientos más efectivos utilizados para el síndrome de fatiga crónica. Su fisioterapeuta le proporcionará un programa de ejercicios ligeros. En este blog, discutiremos el síndrome de fatiga crónica y su tratamiento con fisioterapia.

Síndrome de Fatiga Crónica (SFC)

El Síndrome de Fatiga Crónica suele ser repentino y suele ir acompañado de síntomas como agotamiento crónico, grave, mental y físico, dolor de garganta, pérdida de memoria a corto plazo, sensibilidad, debilidad muscular, dolor muscular o articular, dolor de cabeza, problemas digestivos, problemas respiratorios y cardíacos. , aumento de la sensibilidad a la luz, el olor y el sonido, sensibilidad química, depresión, etc. Esta condición puede tener varias causas poco conocidas, como biológicas, genéticas, infecciosas, ambientales y psicológicas. Mientras que la predisposición genética, la infección viral o bacteriana, la disfunción inmunológica, la exposición a productos químicos tóxicos, el estrés severo, las vacunas, etc. también puede ser la razón de su aparición.

manejo de fisioterapia

El fisioterapeuta recomienda un rango de movimiento simple y ejercicios de estiramiento durante unos minutos al día para pacientes totalmente inactivos. Estos ejercicios progresan lentamente al aumentar la intensidad, lo que ayuda a disminuir la sensibilidad hacia los ejercicios.

terapia de ejercicio

La terapia de ejercicio ayuda a mejorar la fatiga crónica, ya que permite que el paciente desarrolle tolerancia y resistencia para las tareas diarias. El fisioterapeuta evalúa al paciente y recomienda un programa de ejercicios gradual. La terapia de ejercicio ayuda a desarrollar fuerza y ​​resistencia. El ejercicio maximiza la adherencia, desarrolla la memoria muscular y la confianza del paciente, estos ejercicios incluyen sentadillas, pantorrillas, step-ups, etc. Una vez que se mejora la fuerza del paciente, se recomienda un programa de ejercicios más pesado o más estructurado para aumentar la fuerza y ​​la resistencia. En el medio, se mantiene un seguimiento completo de los ejercicios del paciente para garantizar que logre el resultado deseado.

ejercicio de relajación

Los ejercicios de relajación se enfocan en respirar aire fresco con ejercicios aeróbicos musicales, es una forma efectiva de potenciar el factor motivacional. Aumenta la resistencia, aumenta los niveles de dopamina, lo que a su vez mejora el enfoque y la motivación, por lo que también disminuyen los niveles de la hormona cortisol relacionada con el estrés.

Terapia manual

Las técnicas de terapia manual ayudan a reducir las molestias, la irritación musculoesquelética o nerviosa, y una vez que su tensión es mínima, el fisioterapeuta inicia un programa de resistencia y fuerza.

empezar despacio

El paciente puede comenzar realizando algunas tareas básicas del hogar durante 15 a 30 minutos seguidos de pausas de descanso que son fundamentales para evitar el esfuerzo mental o físico que podría contribuir al accidente. Además, posiciones como pasar mucho tiempo de pie o incluso sentarse erguido pueden provocar colisiones. Dado que estar acostado todo el tiempo también puede hacer que sea más difícil tolerar estar de pie, incorpore gradualmente el ejercicio en su horario, tres veces por semana.

Ejercicios suaves y de bajo impacto.

Se recomiendan ejercicios suaves y de bajo impacto como caminar, estirarse, pilates. Los ejercicios se inician lenta y gradualmente para desarrollar fuerza.

Realizar ejercicios (sentado o recostado)

Los ejercicios deben realizarse en una posición sentada o inclinada. Al sentarse o reclinarse, reducen la tensión del flujo sanguíneo reducido para que sus cuerpos puedan tolerar mejor el ejercicio. Dependiendo de la tolerancia al ejercicio de la persona, comience a hacer ejercicio con una bicicleta reclinada o con pedales fijos. El pedaleo en una bicicleta reclinada debe realizarse durante 5 minutos con muy poca resistencia. Para la parte superior del cuerpo, se puede cooperar con el levantamiento de pesas usando mancuernas (1-2 libras), haciendo 1 serie y repitiendo varias veces. Para estacionario, los pedales se sientan en una silla o se acuestan en el piso mientras pedalea. El fisioterapeuta recomienda un simple paseo por un parque sin fatiga durante 5 minutos o correr sin fatiga, saltar, etc.

Si el paciente siente esfuerzo mientras realiza los ejercicios, debe detenerse inmediatamente para evitar el riesgo de empeoramiento de los síntomas.

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